Durante décadas, los balances financieros nos han contado solo una parte de la historia. Hoy, esa historia está incompleta si no incluimos lo más valioso que muchas empresas poseen: sus activos intangibles.
En un artículo reciente de la Revista Tècnica del CEC, el economista Julià Manzanas lo explica con claridad: más del 80% del valor de las compañías del S&P 500 ya no está en activos tangibles, sino en intangibles como el capital humano, la tecnología, las marcas o las relaciones clave. Y sin embargo, el sistema contable tradicional sigue sin reflejar adecuadamente este cambio de paradigma.
¿Qué está fallando en los balances?
Los estados financieros tradicionales priorizan la historia contable por encima de la proyección futura del negocio, lo que deja fuera del radar elementos críticos para los inversores y analistas:
- ¿Qué valor tiene el conocimiento acumulado por tu equipo?
- ¿Cuánto vale tu software, tus datos, tus algoritmos o tu comunidad de usuarios?
- ¿Y tus alianzas, licencias, derechos o metodologías?
Estos activos no se reflejan correctamente en el balance, y cuando aparecen (por ejemplo, como goodwill tras una adquisición), lo hacen de forma genérica y sin explicar su naturaleza estratégica.
¿Qué dicen las normas internacionales?
La norma IAS 38 define los activos intangibles como “activos no monetarios, sin sustancia física, pero identificables y con potencial de generar beneficios económicos futuros.” Incluye tecnologías patentadas, software, marcas, bases de datos, acuerdos contractuales, secretos industriales, licencias, etc.
Pero incluso cumpliendo esta definición, muchos activos no se activan ni se valoran adecuadamente porque su reconocimiento es limitado o porque se generan internamente (y por tanto, no tienen coste de adquisición). Esto genera una enorme brecha entre el valor real de una empresa y lo que refleja su contabilidad.
Startups, innovación e inversión: una ecuación que necesita visibilidad
Para el ecosistema innovador, esta realidad representa un desafío… y una oportunidad.
Las startups suelen construir valor a partir de intangibles desde el primer día: una tecnología diferencial, un equipo altamente cualificado, propiedad intelectual, diseño de producto, red de partners…
Sin una valoración adecuada:
- Los inversores tienen dificultades para entender el valor real de la compañía.
- Las startups no pueden defender su equity en rondas de inversión.
- Los procesos de M&A se basan en aproximaciones subjetivas.
Por eso, empresas como COFI Solutions ya están desarrollando metodologías que cuantifican los más de 140 tipos de activos intangibles identificados. El sector se está empezando a adaptar a los estándares internacionales y con la lógica de negocio que demanda el siglo XXI.
De la contabilidad del pasado a la visión del futuro
El reto está claro: necesitamos modelos de medición y valoración que vayan más allá de la contabilidad financiera clásica y reflejen la verdadera economía del conocimiento.
Empresas, inversores y asesores deben tener acceso a herramientas que les permitan:
✅ Identificar intangibles relevantes.
✅ Medir su impacto económico.
✅ Gestionarlos de forma estratégica.
Porque lo que no se ve, también cuenta. Y muchas veces, cuenta mucho más.