En los últimos años, hemos asistido al auge imparable de una nueva economía digital: la economía del token. Impulsada por la tecnología blockchain y por la creciente adopción de criptomonedas, esta nueva lógica económica está redefiniendo la forma en que entendemos, representamos y transaccionamos valor. Y en este contexto, los activos intangibles juegan un papel más central que nunca.
¿Qué es la economía del token?
La economía del token se basa en el uso de tokens digitales para representar unidades de valor o propiedad sobre un activo, ya sea tangible o intangible. Estos tokens pueden utilizarse como:
- Medio de pago
- Llave de acceso a servicios
- Representación de propiedad
- O incluso como activo estratégico transferible
Todo esto convierte al token en una herramienta poderosa para la gestión de intangibles, especialmente en sectores como la innovación, el arte, la tecnología o la propiedad intelectual.
Aplicaciones reales del tokenomics
Desde COFI Solutions observamos con atención cómo la economía del token se está integrando en distintos sectores. Algunas de sus aplicaciones más notables son:
- DeFi (Finanzas descentralizadas): permiten prestar, invertir y operar sin intermediarios tradicionales.
- Gaming y entretenimiento: creación de economías virtuales donde los logros de los usuarios tienen valor real.
- Supply chain: trazabilidad de productos en cadenas de suministro tokenizadas.
- Propiedad intelectual: tokenización de activos intangibles como patentes, licencias o derechos de autor.
En todos estos casos, los tokens no solo representan un valor económico, sino que estructuran nuevas formas de proteger, activar y monetizar intangibles.
Valoración y liquidez de intangibles tokenizados
Uno de los mayores retos (y oportunidades) para las empresas que operan en Web3 o que están considerando tokenizar sus activos, es poder valorar adecuadamente esos tokens o los intangibles que representan.
En COFI, mediante nuestra metodología Futurlytics®, ya trabajamos en la valoración de más de 140 tipos de activos intangibles, agrupados en capital humano, estructural, estratégico y de cliente.
La irrupción de los tokens nos abre la puerta a nuevas formas de medir, representar y negociar estos activos en ecosistemas cada vez más descentralizados y líquidos.
Y lo más interesante: ahora no solo podemos valorar el valor actual de estos activos, sino proyectar su valor potencial en nuevos modelos de negocio basados en Web3.
De activos invisibles a tokens con impacto
El token es, en esencia, la unidad mínima de valor en la economía digital. Su capacidad para representar intangibles —desde datos hasta derechos de uso, reputación o innovación— lo convierte en una herramienta imprescindible para el presente y el futuro de las startups y empresas tecnológicas.
Las compañías que aprendan a gestionar y valorar correctamente estos activos tokenizados estarán en ventaja en un mercado donde lo intangible es cada vez más determinante.