Analizamos los datos del Informe de Business Angels 2025 de AEBAN y otras señales del ecosistema inversor para entender qué buscan los inversores y cómo afecta esto a la valoración de startups. En un entorno que avanza hacia decisiones más racionales y fundamentadas, los intangibles —desde el talento al conocimiento— se consolidan como pieza clave del valor.
¿Qué está pasando en el mercado?
Según el informe AEBAN 2025, el volumen de inversión de Business Angels en España se mantiene sólido, con más de 1.000 operaciones registradas en 2024. Sin embargo, hay un cambio notable en el comportamiento del inversor: ahora se prioriza la calidad sobre la cantidad, se analizan mejor las métricas clave, y las valoraciones tienden a ajustarse a criterios más objetivos y sostenibles .
El 62,2% de las operaciones se realizan en fases semilla, pero con más foco en aquellas startups que ya presentan cierto grado de tracción o validación del modelo. Además, crecen las coinversiones y las operaciones lideradas por redes o vehículos profesionales, lo que refleja una profesionalización progresiva del sector.
Menos intuición, más análisis técnico
Los inversores están exigiendo cada vez más análisis sólidos. Las decisiones ya no se toman (solo) en base a la narrativa o al “feeling” con el equipo fundador. Hoy, el pitch debe ir acompañado de argumentos que justifiquen la valoración: comparables, métricas, fórmulas, riesgos y, sobre todo, una estimación razonada del valor futuro.
El informe muestra que los criterios más valorados al invertir son el equipo emprendedor, el modelo de negocio y el mercado objetivo. Pero también crecen otros elementos como la propiedad intelectual, el uso de tecnología y la capacidad de escalabilidad .
Los intangibles, en el centro de la conversación
Todo lo que no está en el balance —y que representa el valor real de muchas startups— es ahora más visible. Hablamos de la marca, el conocimiento acumulado, el talento del equipo, las alianzas estratégicas, los algoritmos, el software propietario, la reputación…
Estos activos intangibles son muchas veces el principal argumento de crecimiento y diferencial competitivo, y por tanto, clave en una valoración. Sin embargo, siguen sin estar bien definidos o cuantificados en muchas negociaciones, lo que genera fricciones.
Cómo prepararse como empresa
Tener una valoración no es solo “poner un número”. Es entender cómo se construye ese número, con qué activos y con qué potencial. Y eso requiere una metodología rigurosa y adaptada al tipo de empresa, al sector, y al tipo de inversor al que se quiere convencer.
Las empresas que quieran levantar capital deben ir con los deberes hechos: documentación financiera coherente, visión estratégica clara y una estimación del valor basada en metodología reconocida, no en aspiraciones.
El rol de COFI
Desde COFI ayudamos a hacer negociables todos esos activos que muchas veces no tienen un lugar en el Excel. Hemos desarrollado un framework propio que combina más de 140 activos intangibles, 80 fórmulas econométricas y una metodología contrastada para ofrecer valoraciones que convencen tanto a inversores como a registradores, bancos y organismos públicos.
En un mercado que exige claridad, evidencia y rigor, hacer visible lo invisible no es una opción. Es una ventaja competitiva.